El Herpes Zóster y la vacuna para combatirla
Todos los seres humanos deberían vacunarse contra el Herpes Zóster, virus que provoca una enfermedad muy dolorosa que, incluso, puede llevar a la gente al suicidio, afirmó Alejandro Macías, excomisionado de Salud durante la pandemia de gripe AH1N1, en 2009.
El Herpes Zóster es un virus que se reactiva gracias al de la Varicela, el cual, dijo, todo el mundo tiene en su cuerpo.
El problema, dijo en dos videos publicados en su cuenta de la red social X, es que la vacuna contra ese virus sólo se obtiene en clínicas privadas y farmacias, no es económica y, en México, puede costar hasta 180 dólares cada dosis, además de que se requieren dos dosis por separado, que deben aplicarse entre dos y seis meses después de la primera.
“El riesgo es importante, sobre todo después de los 50 años. Hay dos vacunas: una es de virus vivos, que tiende a usarse cada vez menos porque tiene una eficacia de 67 por ciento contra la enfermedad y de 67 por ciento contra el dolor”, indicó.
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Agregó que hay una nueva vacuna, denominada Shingrix, de virus inactivos o muertos, con una eficacia superior a 90 por ciento.
Puntualizó que la enfermedad puede atacar a quienes tienen defensas bajas, son enfermos crónicos o tienen alto riesgo de enfermedad cardiovascular por colesterol o hipertensión.
La infección del virus Herpes Zóster causa una dolorosa erupción que aparece como una franja de ampollas que envuelven el lado izquierdo o derecho del torso, de un ojo o de uno de los lados del cuello o la cara.
Es causada por el virus Varicela-Zóster, el mismo que provoca la varicela, permanece en el cuerpo después de contraerla y puede reactivarse como Herpes Zóster; aunque no pone en riesgo la vida, puede ser muy doloroso, causando neuralgia post herpética, es decir, un dolor continuo incluso después de la desaparición de las ampollas.
Los síntomas, que suelen aparecer en un solo lado del cuerpo, son: dolor, ardor u hormigueo, sensibilidad al tacto, sarpullido rojo unos días después del dolor, ampollas llenas de líquido que se abren y forman costras, picazón, fiebre, dolor de cabeza, sensibilidad a la luz y fatiga.
*IR