En un panteón de Durango 12 adolescentes, de entre 14 y 17 años, fueron detenidos por meterse en la noche al cementerio a jugar con la ouija y consumir alcohol y drogas.
Los menores aprehendidos, nueve hombres y tres mujeres, fueron remitidos a un juez por el delito de “disturbios públicos”.
Los 12 menores entraron al panteón cuando ya estaba cerrado y una vez ahí sacaron la tabla de la ouija para jugar, hasta que, alrededor de las 22:30 horas, fueron descubiertos por los vigilantes, quienes los escucharon riendo y gritando, por lo que llamaron al 911.
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Además de la ouija, a los jóvenes les encontraron drogas, alcohol y huevos.
De manera extraoficial se presume que adentro del panteón había poco más de 15 personas, pero tras el arribo de la policía algunos jóvenes lograron escapar.
Horas después de su detención, los jóvenes fueron liberados y entregados a sus respectivos familiares.
¿QUÉ ES LA OUIJA?
El término de ouija lo registró el inventor y abogado Elijah Bond en 1890, cuando patentó su propia tabla alfabética concebida a imagen y semejanza de la que, por aquel entonces, utilizaban espiritistas americanos.
La tabla de la ouija es uno de los protagonistas que siempre suele aparecer en las historias de terror por sus supuestos poderes para comunicarse con los espíritus.
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La ouija funciona con un grupo de personas colocando un dedo sobre la flecha de madera que posee un agujero que se posa sobre cualquiera de las letras, números o símbolos de la tabla.
Supuestamente, la concentración de todos los miembros de la mesa con su dedo apuntando al mismo lugar, hace que las energías del más allá muevan esta flecha, permitiendo que el espíritu converse con las personas.