Los incendios que han afectado desde este martes a Los Ángeles, Estados Unidos, continúan provocando grandes columnas de humo que son visibles incluso desde el espacio. Estos ya consumaron más de dos mil 900 hectáreas de territorio, extendiéndose a unos 160 kilómetros por hora desde la costa de California.
Las imágenes satelitales dan cuenta del avance de una serie de grandes incendios en el área de Los Ángeles, en los que murieron cinco personas, en varias comunidades desde la costa del Pacífico hasta Pasadena quedaron devastadas, y miles de personas huyeron frenéticamente de sus hogares.
El alcance de la destrucción se veía claramente al comparar imágenes de satélite antes y después del fuego.
Los feroces vientos que impulsaron las llamas y provocaron caóticas evacuaciones han amainado un poco y no se esperaba que fueran tan poderosos durante el día.
Los vientos huracanados lanzaron ascuas por el aire, incendiando una manzana tras otra en el vecindario costero de Pacific Palisades, así como en Altadena, una comunidad cerca de Pasadena que está a unos 40 kilómetros al este. Las aeronaves tuvieron que mantenerse en tierra por un tiempo debido a los vientos, lo que dificultó los esfuerzos para extinguir el fuego.
Casi 2 mil hogares, negocios y otras estructuras han quedado destruidos en esos incendios (denominados incendios de Palisades y Eaton) y se espera que la cifra aumente. Las cinco muertes registradas hasta ahora fueron causadas por el incendio de Eaton.
Los incendios desde el Espacio
La NASA, a través de su servicio de observación constante de la Tierra, desde el espacio, muestra imágenes captadas por diferentes satélites, entre los que destaca el Sentinel-2 , de la Agencia Espacial Europea (ESA por sus siglas en inglés).
En Pasadena, el jefe de los bomberos, Chad Augustin, dijo que el sistema de agua municipal estaba sobrecargado y los cortes de energía causaban más obstáculos, pero aún sin esos problemas, no habrían podido detener el fuego debido a los intensos vientos que avivaban las llamas.
En Pacific Palisades, un área situada en una ladera a lo largo de la costa donde se sitúan muchas casas de famosos, manzana tras manzana de casas al estilo Misión de California y bungalós quedaron reducidas apenas a restos carbonizados. Un enrejado de hierro ornamental envolvía el armazón humeante de una casa. Las piscinas estaban cubiertas de hollín y los autos deportivos se desplomaban sobre neumáticos derretidos.
Evacuaciones apresuradas
Los principales incendios crecieron rápidamente en áreas muy diferentes que, sin embargo, tenían dos cosas en común: calles densamente pobladas de hogares en sitios llenos de vegetación y propensos a arder en condiciones secas.
Los Ángeles, devastado
Las llamas avanzaron con tanta rapidez que muchas personas apenas tuvieron tiempo de escapar. Los policías se refugiaron dentro de sus coches patrulla y los habitantes de una residencia de ancianos fueron trasladados en sillas de ruedas y camas de hospital por una calle hacia un lugar más seguro.
En la carrera por salir de Pacific Palisades, las carreteras se volvieron intransitables cuando decenas de personas abandonaron sus vehículos y huyeron a pie.
Con información de Milenio
*BC