El costo del limón subió más de un 150% en el último mes, fenómeno que desató miles de comentarios, críticas, memes y reacciones en redes sociales, pues el aumento descontrolado de su precio afecta a los hogares del país y también, a millones de negocios, puestos y restaurantes que adquieren limón para realizar sus elaboraciones.
Según la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) el limón se vende en algunas partes de México a un precio de hasta $80 pesos el kilo, pero también se reporta un precio mínimo de $64 pesos el kilo.
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Estos precios son considerados muy altos, especialmente si los comparamos con los de hace un año, cuando costaba $16 pesos el kilo en promedio, según datos de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural.
¿Por qué subió el precio del limón?
El alza se debe principalmente a la caída de la producción. Ya en diciembre de 2021, la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural del gobierno federal advirtió que en noviembre la producción del limón cayó un 4%.
“Significa 12 mil 280 toneladas menos respecto del mes anterior del mismo año, lo que es un factor para el aumento en el precio del cítrico”, se lee en la publicación del “Índice Nacional de Precios al Consumidor” (INPC).
En concreto, explicaron que en Michoacán, principal productor de limones en México, la cosecha se redujo casi en la mitad, un 48.2% menos, el equivalente a 66 mil 166 toneladas. Esto se debió, en gran medida, a las condiciones climáticas, que perjudicaron gravemente los cultivos.
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Además, en otro documento, la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural explicaba que recientemente una famosa cervecera de México lanzó al mercado una nueva bebida que contiene limón. Esto se tradujo “en una mayor demanda” del cítrico.
Michoacán, Veracruz, Oaxaca y Colima son los principales estados productores de limón en México, ya que representan un 28%, 27.2%, 10.3% y 9.35% de la producción nacional, respectivamente.
La mala noticia es que esos estados todavía se verán azotados por los frentes fríos, así que las condiciones climáticas serán desfavorables. A esto se une el hecho de que febrero y marzo son los peores meses para la producción del limón, lo que se conoce como “el efecto de estacionalidad”. De esta forma, parece que, por el momento, el precio del limón se resistirá a bajar.