Alas y músculos: América pasó por encima, voló por encima de su acérrimo rival una vez más, de una forma por demás humillante para unas Chivas totalmente inoperantes y, peor todavía: al borde de la eliminación de un certamen internacional.
Los de Coapa ganaron 3-0 a los azulcrema en la ida de los Octavos de Final de la Concacaf Champions Cup, un marcador que prácticamente deja sentencia en esta eliminatoria y también, deja sin habla a quienes esperaban un duelo mucho más cerrado en el Clásico de México que, ahora, se vuelve internacional.
Las Águilas volaban sobre Guadalajara desde hace días, incluso desde que le aplicaron la 'manita al Atlas en su anterior aparición dentro de la Liga MX, pero a poco más de 10 kilómetros de distancia del Estadio Jalisco, el Akron también empezaba a prepararse para lo que sería un nuevo nido azulcrema.
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América paseó la pelota de una forma casi humillante para un Rebaño que parecía que no había llegado a su propia casa. Los de Fernando Gago se limitaban a ver el trato de pelota que las Águilas daban, sobre todo con una clase maestra de Álvaro Fidalgo y Jonathan Dos Santos.
Óscar Whalley apareció muy temprano en el partido para salvar a su equipo, pero no fue suficiente para evitar el primer gol de los de Coapa, que llegó vía penal con Julián Quiñones a los 15' para subir al marcador el dominio de los dirigidos por André Jardine.
La posesión ya era inquietante en unas Chivas que prácticamente ni siquiera asomaban las narices y solamente se encomendaban a la charla técnica del descanso con Fernando Gago quien, en el segundo tiempo, hizo que su equipo funcionara ligeramente mejor, al menos al lograr encerrar por fin a los capitalinos.
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Y de repente, Lalo Torres se convirtió en un villano rojiblanco: previamente, provocó el penal que ejecutó bien Quiñones y, ahora, impactó cabeza justamente contra Julián, dos jugadas con estos protagonistas, y en ambos casos, la peor parte se la lleva el de Chivas quien a los 61' fue expulsado por doble amarilla, además de que salió herido y con sangre por ese impacto con Quiñones.
Fernando Gago decidió ser valiente... quizás demasiado: Cowell entraba en lugar de Guzmán y las Águilas aprovecharon la inestabilidad en el medio campo para que, a los 70', ejecutaran un contragolpe magnífico que desembocó en un golazo de Diego Valdés para matar las aspiraciones del Rebaño.
Ya en la compensación, el recién ingresado Naveda prácticamente anota el golazo de su vida, pero estrelló un balón que le quedó a Henry Martín quien cabeceó para hacer oficial la goleada y enseñar un músculo que ya está presente en todos los jugadores de Coapa, ahora más que nunca y, sobre todo, ante su acérrimo rival. Con información de tudn.com
*MG