De acuerdo con una comisión internacional de la ONU, dio a conocer que tiene pruebas suficientes para determinar que las autoridades rusas han cometido crímenes de guerra no solo en varias regiones de Ucrania, también en Rusia, los cuales incluyen violencia sexual y deportación de niños.
Perpetrando crímenes contra la humanidad en la ola de ataques que inició desde octubre de 2022, contra infraestructuras energéticas, como los responsables de validar el uso de la tortura.
“La comisión ha concluido que las fuerzas armadas de Rusia han perpetrado ataques con armas explosivas en áreas pobladas con aparente menosprecio del sufrimiento y daño a los civiles”, reveló el informe que se expondrá la próxima semana al Consejo de Derechos Humanos de la ONU.
Por lo que, conforme las fuerzas rusas avanzaron en el territorio ucraniano, los asesinatos de civiles que no tenían nada que ver con las hostilidades se multiplicaron, así como su detención y confinamiento en instalaciones levantadas tanto en Ucrania ocupada, como en Rusia.
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De acuerdo con el documento, en esos lugares, los maltratos se convertían en torturas por causas fútiles como “hablar ucraniano” o “no recordar la letra del himno ruso”, mientras que, en las redadas, los soldados rusos en domicilios rusos se registraban violencia sexual o amenaza de utilizarla contra mujeres y hombres.
Mientras que, de los niños deportados en territorio ruso, los testigos señalaron que los más pequeños pueden haber perdido definitivamente contacto con sus familias.
Por otro lado, las indagatorias establecieron que la invasión y ataques de Rusia contra Ucrania pueden constituir un acto de agresión, investigado y por el que se puede abrir causa la Corte Penal Internacional.
Hay que resaltar que, en el curso de su investigación, los integrantes del grupo de la ONU, (Erik Møse, de Noruega; Jasminka Džumhur, de Bosnia y Herzegovina; y Pablo de Greiff, de Colombia), viajaron ocho veces a Ucrania, visitando 56 ciudades y entrevistaron a alrededor de 600 personas, además, de visitar lugares destruidos, centros de detención y tortura, además de ser testigos de todos los restos de armas y explosivos que han quedado diseminados.
Además, se ha investigado las violaciones a los derechos humanos y excesos cometidos por las fuerzas ucranianas, aunque se encontraron “un pequeño número de violaciones”, particularmente, dos incidentes en los que, soldados rusos fueron heridos, torturados o se disparó contra ellos, “lo que califica como crímenes de guerra”.
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En cuanto a las entrevistas, se llegó a la conclusión de que el mayor anhelo de la población ucraniana y de las víctimas, es que se haga justicia y se lleve a los responsables a los tribunales, sean nacionales o internacionales.
“Lo que se pide es un enfoque de rendición de cuentas que incluya tanto la responsabilidad penal como el derecho de las víctimas a la verdad, reparación y no repetición”, concluyó el informe.
Con información de Latinus
*ARD