Las palabras auto antónimas o ambivalentes

Para escribir mejor

Una de las características del idioma español es la enorme riqueza de su significado contextual. Este es el caso de las palabras auto antónimas o ambivalentes que, por su naturaleza contextual, lo mismo quiere decir que significa una cosa y al mismo tiempo, la contraria.

La condición ambigua del lenguaje permite explotar y explorar constantemente los diferentes panoramas tanto de comunicación normal como en la literatura y eso hace que el idioma tenga, en muchos sentidos, alguna virtud ante lo que pudiera considerarse un simple error de redacción.

He aquí algunos ejemplos:

Álgido que significa muy frío o ardiente. Mariana y Andrés tuvieron un álgido romance.

Alquilar, arrendar, rentaro ceder temporalmente el aprovechamiento de algo.

Animal, que puede utilizarse para designar una persona de comportamiento instintivo, ignorante y grosero, pero también para definir a alguien que destaca extraordinariamente por su inteligencia: José es un animal político,

Confesar, qué es oír faltas o declarar faltas: el sacerdote me confesó.

Cotizar, que si estiliza para pedir un precio o bien proporcionar un precio.

Conjurar, que puede ser conspirar uniéndose a muchas personas o cosas contra alguien para hacerle daño o perder y, de manera contraria, impedir evitar o alejar un daño o peligro: Se descubrió prematuramente la conjura de los independentistas.

Enervar, que se utiliza para y relajar o irritar. Su llanto de dolor me enerva los nervios.

Friolera, que se utiliza para designar cosas de poca monta o en su defecto, grandes cantidades de algo, especialmente de dinero. En muchos sentidos también se utiliza de manera irónica en el lenguaje coloquial. Está presumiendo de haberse ganado diez mil peos en la lotería-

Hándicap, que indica lo mismo ventaja que desventaja.

Huésped, que utiliza lo mismo para designar al anfitrión que al alojado. El paciente de la cama tres es huésped de un virus raro.

En absoluto, pueden usarse para decir de manera general resuelta y terminante y también para decir no de ningún modo. No lo quiero ver en absoluto.

Lívido,que se escribe lo mismo para designar lo amoratado que lo pálido.

Nimio, que puede resultar excesivo o bien insignificante. De hecho, la palabra deriva del adjetivo latino nimius, es decir, abundante, prolijo y que actualmente tiene este significado. Este radical cambio semántico se produce a partir del sentido, raro hoy, pero frecuente en épocas pasadas, de minucioso o escrupuloso.

Oler, qué es despedir o percibir un olor.

Romper, que se utiliza para decir terminar o bien empezar algo.

Sancionar para señalar que se aprueba o bien se castiga. Se sancionará con mil pesos a los autos que tengan la verificación ambiental actualizada|.

Templar, se utiliza lo mismo para señalar endurecer que suavizar. Templó las cuerdas de su guitarra.

Teoría, para referirse a un conjunto de leyes o en su defecto a un conocimiento especulativo. Hay al menos dos teorías sobre los móviles de este crimen.

Velorio para velar un cadáver llevar a cabo una fiesta nocturna.

Estoy seguro que el amable lector tendrá otras palabras y ejemplos.

 

*IC