La verdad oculta sobre el homicidio de Yrma Lydya

No sé con quién me casé, no sé si era su nombre; el presunto asesino expone su verdad

Desde la cárcel, el presunto asesino de la cantante Yrma Lydya, Jesús Hernández Alcocer, cuenta la otra versión en torno a los hechos que lo llevaron a la cárcel.

El abogado de profesión, que se encuentra preso en el Reclusorio Norte de la Ciudad de México y que fue detenido el pasado 23 de junio, ocupa actualmente el dormitorio 2, en la Zona III, Estancia 9 del penal, accede a una entrevista con el director de Lo de Hoy Morelos, Mario Salgado Becil, donde da cuenta de “la otra versión” en torno a los hechos que lo llevaron a la cárcel: el asesinato de la artista Yrma Lydya, de la que dice no saber casi nada e incluso, si ese, era realmente su nombre.

La intención de dar esta entrevista, dice: es lograr “que la gente me ayudé a descubrir quién era la persona con la que estuve casado”.

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Acentúa: “nunca me casé con la mujer que falleció, es una desconocida para mí. No sé su edad, nunca conocí a su padrastro, todas las direcciones que me daban eran falsas, fue registrada nueve años después de que nació, existen dos actas de nacimiento diferentes, no tiene antecedentes escolares… en fin, es un fantasma”.

 

LA ENTREVISTA

Dos horas con 32 minutos de camino para llegar al reclusorio norte, pude estacionarme por una cuota fija cerca de la explanada por la que había que caminar hacia la entrada del penal. El peregrinar evidencia el deseo y el hartazgo en los rostros de las mujeres y de los hombres  que como nosotros, esperan en la fila.

Me llama la atención la familiaridad con la que Galia (Tornella), nuestra colaboradora y amiga de Jesús Hernández Alcocer se desenvuelve, con tantas frases acabadas que sólo denotan  el protocolo de quien sabe ganarse una atención más, en un lugar como este.  Tengo mi mano derecha con una bolsa de comida todavía tibia, ella carga otra, es lo que comeremos en la visita.

Después de casi 40  minutos de caminar, revisiones, inspecciones y sortear a los custodios llegamos a un área cercada, hay varias mesas de plástico blanco sin manteles. Es el área de visitas.

En una de estas, en la cabecera se distingue a Jesús Hernández Alcocer sentado a su lado su hijo. Él, al igual que los demás en su situación, viste en color beige.  Su porte, es el mismo que le conocí en su casa, la única diferencia hoy, es, tal vez, la compañía de su hijo.

--¿Cómo es la vida en la cárcel?

--La mejor forma de llevar esta situación es olvidarse del mundo exterior e imaginar que no existe.

--¿Cómo son los días?

--Los días en la cárcel transcurren entre restricciones y rejas, sin mucho sol en los patios y sin la claridad que este da, más difícil entender con claridad por qué estás aquí. Son días confusos y oscuros.

-- ¿Piensa en Yrma Lydya?

-- ¿En quién?

--¿En su esposa?, aclaro

–Mi querido Mario, sé que hablar de un muerto está mal, se les debe recordar por todo lo bueno que hicieron, pero yo no sé con quién me case, no sé si estuve casado, no si era su nombre. Si hablo de la muerta, es tratando de averiguar quién era.

Yo me caso con una muchacha acompañada de su madre y de su abuela que me decían que era virgen, que nunca había tenido a nadie en su vida amorosa, que Jesús Carlos Quiñones era su protector, que la quería como una hija pero que ella era virgen, que nunca la habían besado. Yo me case con ella sin haberla besado nunca, para mí era una gran muchacha. Es tan difícil pensar que una muchacha tenga una mente tan retorcida.

--¿Le creyó?

--Claro, porque mentir. A veces creemos lo que queremos ver.

--Usted tenía casi 25 años de matrimonio, ¿dejo a su esposa por ella?

--No, era inmensamente feliz en mi matrimonio, mi esposa es una mujer excepcional

- ¿Entonces porque se divorció?

--Ay Mario, eso me lo he preguntado miles de veces. Ella se molestó conmigo precisamente en una noche bohemia que tuve en casa y canto Yrma Lydya, tal vez presintió algo. Ya sabes, ese instinto de mujer, aunque a esa fecha yo no tenía nada que ver con ella. Mi exesposa se molestó y me pidió el divorcio, incluso en el juzgado la juez nos preguntó que cuanto llevábamos de casados, yo conteste, 24 años seis meses. Le pregunto a mi ex esposa, ¿cuánto tiempo llevan separados?, diez días respondió. La juez nos dijo: ¿no lo quieren pensar?, mi exmujer se apresuró a contestar que no, yo con mi orgullo herido le dije firma tu primero. Así me divorcié, amándola mucho, pero si una mujer no quiere estar contigo Mario, no hay nada que hacer. La libertad es primero, triste que te lo diga en la cárcel.

--¿Es cierto que usted le pegaba?

--Ella me pegaba a mí; no tengo fuerza en las manos, tampoco en los brazos ni en las piernas desde que me operaron de la columna. 

--¿Cómo creyó que una mujer de 22 años lo amaría?

--Ego, estupidez, llámale como quieras Mario.

--¿La amaba?

--Si, la ame.

--¿Qué le atrajo de ella?

--Como cantaba y por su belleza, por eso la impulsaba en su carrera, quería ayudarla que sus sueños fueran realidad, aunque pensándolo bien, ella realmente no quería la fama. Varios RP (agentes de Relaciones Públicas) como Emilio Morales y Víctor Hugo Sánchez renunciaban a llevar su carrera. No era obediente, no asistía a las entrevistas, en verdad cambiaba de opinión a cada minuto.

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--¿Usted pagaba el espectáculo de las Grandiosas?

--No escatime para que ella fuera su sueño.

--¿Sabía usted del contrato del Sr. Carlos Quiñones?

--Claro que no, me entero el 11 de agosto de 2022 y de muchas cosas más. Creo que don Carlos y yo fuimos víctimas del amor, de la soledad y quizás de una banda de delincuentes que extorsionan, explotan y roban adultos mayores.

--¿Sabía de los amantes de Yrma Lydya?

--Por supuesto que no, yo la creía la mejor de las mujeres. Cuando se ausentaba me decía que me extrañaba. Siempre la acompañaba su mamá que ahora sé que era su cómplice y su chofer, que, aún pagado por mí, era gente de ella.

--Dulce, la cantante, dice que Yrma Lydya lo negaba...

--Sí, no me extraña de la misma forma que negaba conmigo a Carlos Quiñones; dijo en “Ventaneando” que yo solo la quería proteger pero que no estábamos casados, tú tienes mis actas de matrimonio. Yo le di mi nombre, respeto, le ofrecí mi familia y un hogar.

--¿Muchos incluyendo a Hugo Mejuto lo califican de prepotente?

--La gente confunde saber lo que quieres con prepotencia. Yo pague por un servicio para obtener la posición que quería para ella.

--¿Qué te ha molestado más de todo esto?

--Las mentiras, las historias amarillistas, todo lo que dicen sin fundamento, historias inconclusas solo con su versión, como si la mía que es verdad no existiera.

--El ex diputado Naranjo, asegura que hay testigos…

--Que los presenten a las autoridades y que no busque el Sr. Naranjo sus 15 minutos de fama a mis costillas. Él habla de oídas, el testigo que el menciona se llama Jorge Martínez Ramos que supongo acompañaba a Yrma Lydya y es el mismo que, sin conocerme, me golpea estando esposado a mis 79 años; ¿esta es la clase de testigo protegido que se supone van a presentar?

--¿Sus esposas están muertas?

--Esas son las mentiras que circulan en los medios. Solo una de ellas ha muerto por enfermedad, esto hace muchos años después de divorciados. Ella se volvió a casar y tuvo otra hija. Otra, que es Pastora, ha venido a verme, no quieren ser parte de un escándalo. Están protegiendo a sus hijos y a ellas mismas.

--¿Usa armas?

--Sí, tengo 40 años de tener portación de arma y nunca había tenido un problema.

--¿Por qué Yrma Lydya le pide el Divorcio?

--Te equivocas Mario, soy yo quien le pide el divorcio, ya no estaba a gusto con sus escapadas y sus arbitrariedades y todo lo que me robaba y se llevaba de la casa. Mi asistente te puede dar copia de la demanda de divorcio y se le dio vista al misterio público.

--¿Usted se vuelve a casar por segunda vez?

--Es cierto. Ella me llamaba a todas horas diciéndome que iba a cambiar, que corregiría todo.

--¿Tu intención al dar esta entrevista es convencer a la opinión pública de tu inocencia o victimizarte?

--Ninguna de las dos, mi intención es que la gente me ayudé a descubrir quién era la persona con la que estuve casado.

-- ¿Por qué matar a Yrma Lydya?

--Mis abogados no me permiten tocar el tema, es parte de una investigación y de mi defensa.

-- ¿Es verdad que trataste de huir?

--No, yo estaba desconcertado e impactado, nunca hui, eso se confirma en los videos. 

--¿Qué edad tiene?

--Bueno en algunos me hacen más joven, tal vez la única mentira agradable que han dicho, la realidad es que tengo 79 años.

--¿Por qué se te ha negado el arresto domiciliario?

--Por la situación mediática, Espero se siga el proceso legalmente y que se me otorgue el beneficio a que tengo derecho por mi edad y por los males que padezco.

--Eres un hombre estratégico en negociaciones importantes ¿hay intereses de terceros queriendo aprovecharse de las circunstancias?

--Muchas personas piensan que cuando estas en prisión es peor que la muerte, sientes una frustración de no poder hacer tú vida cotidiana y nadie hace lo que se debe de hacer, abusan de ti. Tal vez haya socios que se quieran quedar con mi negocio, los clientes que me deben no me pagan, como dices, creen que estoy muerto, pero no lo estoy.

--¿Te han golpeado dentro del penal?

--No, dicen que corría más riesgo con Yrma Lydya, la verdad es que los internos muestran respeto por mi edad y me ayudan.

--¿Cree que la gente pueda considerar que por sus infidelidades y traiciones tenía suficientes motivos para matar a su esposa?

--Matar nunca. Además, en verdad crees que deliberada y conscientemente eche a perder mi mundo y mi carrera por una mujer, solamente que como dicen, que yo estuviera drogado o embrujado.

--¿En qué concepto tiene a la mamá de Yrma Lydya?

--Realmente Mario no sé si María Félix Jiménez Pineda era su madre; no sé si Yrma Domínguez Jiménez era su abuela; si el Sr. Ramon David Gamboa Gutiérrez a quien no conocí y aparecía como su padre lo era. Hasta este momento mi pensamiento es un laberinto de confusiones y emociones. No entiendo porque tanta mentira, en una ocasión alcance a ver en su teléfono, vi un mensaje en el que su madre le decía, “por ningún motivo de digas la verdad a Jesús”.

--¿Quién es Jesús Hernández Alcocer?, ¿en verdad es ese Padrino?

--Ahora que todas las cosas con las que solían definirme se han ido o desconectado, te puedo garantizar que a lo largo de mi vida he hecho amigos y también enemigos. Cuando defiendes un asunto y ganas, él que pierde queda descontento.

--¿Con que te quedas?

--Los medios siguen haciendo aparecer a Yrma como una víctima y en la realidad no lo fue, consciente o inconscientemente, como instrumento o como cómplice ella me amenazo, agredió, defraudó, engañó, explotó, robó, utilizó y su actuar a mi edad en decadencia, desestabilizó mi mente y mi vida.

Cerca de tener que salir Jesús voltea a ver a su amiga y le pregunta, ¿qué no hay postre? --Si claro, le traje su flan. Me voltea a ver y dice, “hace falta siempre algo dulce entre todo lo amargo”.

En un vaso de unicel nos servimos un poco de café, terminamos la conversación. Los internos se retiran primero, Jesús Hernández me da un apretón de manos y dice: gracias por dar información de las dos partes.

Al término de la conversación me di cuenta que cuando Hernández Alcocer mencionaba a Yrma Lydya no le hablaba a ningún interlocutor, se hablaba así mismo, incorporaba a los demás a una zona de sí mismo. Me llevo detalles de la dualidad de este hombre y parte de la versión de los hechos que solo él e Yrma Lydya conocen.

Me ronda en el pensamiento  esa frase, diciendo que no sabe con quién se casó, ¿cómo un hombre con tanta inteligencia y habilidad en los negocios, en el ejercicio de la abogacía cedió a las intenciones de lo que él llama “una banda de delincuentes que extorsionan, explotan y roban adultos mayores”? ¿Amor? ¿Ego?

Quien muere es Yrma Lydya, si resulta Jesús Hernández Alcocer el responsable del crimen pagara las consecuencias. Lo cierto es que el móvil no fue el desprecio hacia las mujeres como muchos sostienen, tampoco la venganza. No se podría odiar tanto para matar a quien no conoces.

*IR