En la Edad Media, los niños no aparecían en la escena de la vida cotidiana, pues había gran probabilidad de que murieran debido a enfermedades, y tan pronto podían defenderse solos, eran considerados adultos y se les exigía trabajar.
Los niños tienen historia y han generado cultura a través de ella. Siempre han estado acompañados del juego, la curiosidad y la empatía que son sus habilidades características.
También son acompañados de la expresión, la inocencia, la pureza, la esperanza, los sentimientos, los pensamientos y las sonrisas. Hay una historia de la niñez, como hay una historia en Rotary Internacional.
El Día Mundial contra la Polio es el 24 de octubre y su erradicación durante más de 30 años, ha sido el principal objetivo de Rotary International. Rotary, quiere demostrar al mundo que sus socios siguen preocupados por la erradicación de la polio, una promesa que hiciera hace mucho tiempo a los niños del mundo, lo viene haciendo al concientizar sobre la importancia de la inmunización, se trata de sensibilizar a la población sobre esta causa tan querida por todos los rotarios y amigos de la organización.
La poliomielitis o polio es una enfermedad viral que afecta la médula espinal causando debilidad muscular y parálisis, y puede causar la muerte. El virus de la polio entra en el organismo a través de la boca, generalmente cuando las manos se han contaminado con las heces de una persona infectada.
La erradicación de la polio es una de las labores más antiguas y significativas, así que, junto con aliados estratégicos, los socios han inmunizado a más de 2,500 millones de niños contra la polio en 122 países, reduciendo los casos de polio en un 99,9 % en todo el mundo y no se detendrán hasta erradicar esta enfermedad paralizante, gracias al esfuerzo y aportación de todos los Rotarios del Mundo y gracias a la idea del Doctor Carlos Canseco, mexicano, que en su tiempo Presidiera ésta organización mundial.
Rotary, lo viene haciendo dentro del marco de los derechos humanos de los niños, derechos que están cobijados por los Tratados Internacionales, porque están de acuerdo en que merecen el derecho a la vida, a la protección de la salud, a la seguridad social, a la supervivencia, al desarrollo, a la prioridad, a la identidad, a vivir en familia, a la igualdad, a no ser discriminados, a un bienestar, a un sano desarrollo, a una vida libre de violencia, a la integridad personal, a la inclusión, a la educación, al descanso, al esparcimiento, a la libertad de convicciones éticas, al pensamiento, a la conciencia, a la religión, a la cultura, a la libertad de expresión, al acceso a la información; a la participación, a la asociación, a la reunión, a la intimidad, a la seguridad jurídica, al debido proceso, al acceso a las tecnologías de la información, a la comunicación, a los servicios de radiodifusión, a las telecomunicaciones, al internet y a tener la palabra.
Hoy en ésta columna, vamos a jugar muy en serio, vamos a recoger y guardar sus juguetes cuando terminen de jugar, y para tal efecto, aportaremos nuestro esfuerzo, nuestros recursos, nuestro tiempo a una causa: coadyuvar para sus tratamientos y remedios necesarios y hacer que desaparezca dicha enfermedad.
En este momento recuerdo, al Maestro, al poeta mayor de Chiapas, Jaime Sabines que entre otras cosas, decía:
“Me encanta Dios. Es un viejo magnífico que no se toma en serio. A él le gusta jugar y juega, y a veces se le pasa la mano y nos rompe una pierna o nos aplasta definitivamente. Pero esto sucede porque es un poco cegatón y bastante torpe con las manos.”
“Nos ha enviado a algunos tipos excepcionales como Buda, o Cristo, o Mahoma, para que nos digan que nos portemos bien. Pero esto a él no le preocupa mucho: nos conoce. Sabe que el pez grande se traga al chico, que la lagartija grande se traga a la pequeña, que el hombre se traga al hombre. Y por eso inventó la muerte: para que la vida -no tú ni yo- la vida, sea para siempre.”
“A mí me encanta Dios. Ha puesto orden en las galaxias y distribuye bien el tránsito en el camino de las hormigas. Y es tan juguetón y travieso que el otro día descubrí que ha hecho -frente al ataque de los antibióticos- ¡bacterias mutantes!
“Viejo sabio o niño explorador, cuando deja de jugar con sus soldaditos de plomo y de carne y hueso, hace campos de flores o pinta el cielo de manera increíble.”
“Mueve una mano y hace el mar, y mueve la otra y hace el bosque. Y cuando pasa por encima de nosotros, quedan las nubes, pedazos de su aliento.”
“Dios siempre está de buen humor. Por eso es el preferido de mis padres, el escogido de mis hijos, el más cercano de mis hermanos, la mujer más amada, el perrito y la pulga, la piedra más antigua, el pétalo más tierno, el aroma más dulce, la noche insondable, el borboteo de luz, el manantial que soy.”
“A mí me gusta, a mi encanta Dios. Que Dios bendiga a Dios y bendiga a los niños.”
*IR