VIDEO. Una “bomba de tiempo” cementerio de tanques de gas en la CDMX

Los tanques fueron colocados allí por la empresa gubernamental Gas Bienestar -creada en 2021 para ampliar la competencia en el sector

Casi todas las noches, César y su esposa deben salir de su departamento por el fuerte olor que se genera en un inmenso cementerio de tanques de gas en Ciudad de México, colocados ahí tras el intercambio que realizó Gas Bienestar de cilindros nuevos por usados desde que arrancó operaciones en la capital.

Además de afectar su calidad de vida, temen que el gas licuado de petróleo (LP, de uso doméstico) que escapa lentamente de los cilindros cause una explosión o los enferme de algo.

«Es tan fuerte en las noches el olor, tan insoportable, que pareciera que la estufa está mal cerrada», comenta César Rivera, de 37 años, afuera del edificio en que vive.

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Imágenes aéreas muestran la acumulación de miles de viejos tanques multicolores en una antigua refinería de Petróleos Mexicanos (Pemex), rodeada de barrios populares en el Poniente de la capital del país.

Las bombonas, con capacidad de 20 a 30 kilos y expuestas por estos días a altas temperaturas, acentúan la imagen de abandono de la planta 18 de Marzo, en desuso desde 1991, ubicada en la alcaldía Miguel Hidalgo.

«La administración del edificio nos ha pedido que no se fume, que no se usen los quemadores de la estufa cuando el olor es más fuerte. Nos ha modificado completamente la vida», añade César junto a vecinos inconformes con el depósito.

César, quien trabaja como programador web, dice que padecen este problema desde hace ocho meses, pero recién en enero supieron que el olor provenía del otrora complejo petrolero.

“Es una bomba de tiempo”, advierte.

Aunque de origen el gas LP (compuesto por butano y propano) es inoloro, las gaseras le mezclan mercaptano para que su olor nauseabundo permita ser detectado en caso de una fuga, lo que salva vidas.

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Y es que «los gases producto de su combustión no son tóxicos ni cancerígenos (…), en caso de fugas se forman nubes (…) que pueden ser explosivas y puede asfixiar a las personas que se encuentran en espacios pequeños», señala la Comisión Nacional para el Uso Eficiente de la Energía en su página de Internet.

Los tanques fueron colocados allí por la empresa gubernamental Gas Bienestar -creada en 2021 para ampliar la competencia en el sector-, tras canjear gratuitamente a los consumidores sus cilindros viejos o dañados por otros nuevos.

En enero pasado, el gobierno de Ciudad de México dijo en un comunicado que Pemex estaba en proceso de retirar los artefactos.

Consultada por la Agence France-Presse (AFP), la empresa productiva del Estado señaló que «no hay agenda de entrevistas por ahora».

«Tenemos ganas de vomitar y fuertes dolores de cabeza», comenta José Juan Macías, de 44 años, en su carpintería vecina de la planta. En las tardes cierran las ventanas del local, pese al calor.

La cuestión ha escalado hasta los bomberos de la central de Tacuba, quienes reciben a diario reportes de fugas de gas, pero en realidad se trata del cementerio de tanques.

«Hemos ido a la exrefinería, pero no nos atienden», refiere el encargado de la estación, César Suárez, quien advierte que la falta de información y coordinación limita el desarrollo de un plan de emergencia.

Ricardo Torres, investigador del Instituto de Ciencias de la Atmósfera de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), explica que una vez mezclados los componentes «no se pueden separar».

«Si los vecinos de la refinería están oliendo todo el tiempo es porque los tanques aún tienen residuo de todos los elementos», observa.

Torres alerta además que el LP contribuye a la formación de ozono, que a nivel del suelo es un potente contaminante para las personas y el medio ambiente.

«Ellos (las autoridades) dicen que no pasa nada (…), pero todos pensamos aquí que sí tiene cierto peligro, entonces siempre tenemos precauciones de no prender nada cuando huele mucho, por el miedo a que haya una explosión»

José Juan MacíasCarpintero

“No hay día que los vecinos no se quejen del terrible olor a gas que hay en la zona que ocasiona dolores de cabeza, ojos irritados, en fin, muchos malestares y pone en riesgo la vida”. AFP

*MG