Una joven interrumpió una transmisión de noticias en vivo en un noticiero ruso agitando un cartel que decía: “Alto a la guerra. No creas en la propaganda. Te están mintiendo”.
Lo que hizo que la instancia fuera tan notable es que lo hizo pese a la decisión a la que ha llegado Vladimir Putin, tras su invasión de Ucrania, de aislar a los rusos de las fuentes de información independiente y redes sociales, incluyendo Facebook y Twitter.
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La mujer rubia, vestida sobriamente con un traje negro, no tenía más que un momento para hacer su punto detrás de un ancla de sonido robótico leyendo el teleprompter. Muy pronto, First Channel cortó a una escena genérica en un hospital.
La policía rusa detuvo a la manifestante, según el servicio de noticias TASS. OVD-Info, un grupo de defensa legal, la identificó como una empleada de First Channel. TASS citó a una fuente policial anónima que dijo que ella podría ser acusada de una infracción administrativa por “desacreditar” a las fuerzas armadas de Rusia.
First Channel está respaldado por el Kremlin, y es una de las principales herramientas de la campaña de mensajes de Putin para reescribir la narrativa de la guerra para más de 140 millones de rusos.