VIDEO. “ME CEGÓ EL ENOJO”. Mujer explota tras ser despedida de trabajo; destroza botellas de vino en supermercado
Una joven se hizo viral en redes sociales, luego de que la despidieran de su empleo sin justificación hecho que le provocó una ira incontrolable al punto de que comenzó a romper con sus propias manos todas las botellas de vino del supermercado para el que trabajaba.
En redes sociales se hizo viral el video en donde se ve a la joven, identificada como Evelyn Roldán, romper las botellas llena de ira, lo que dividió las opiniones de los internautas entre quienes apoyaron a la joven y quienes la acusaron de haber actuado con poco profesionalismo.
Evelin Roldan la ahora ex empleada de Apolo uno de los superchinos de Rafaela, alega presuntos malos tratos que dispararon esta ira. El tema seguirá en la justicia...mira que locura pic.twitter.com/ScstRNuv7Q
— Nestor Clivati (@nestorclivati) June 15, 2022
“Mi cabeza”, se le escucha gritar a la joven mientras llora y destruye las botellas.
Los hechos ocurrieron en Argentina, y luego de que se hiciera viral el video, la joven no tuvo más remedio que romper el silencio y aclarar qué había ocurrido.
En entrevista para Mediodía Noticias, la joven narró en la despidieron sin motivo aparente, “de un día para otro” puesto a que no la necesitaban más. La joven aclaró que sólo llevaba tres meses trabajando con la empresa, sin embargo, en ese periodo recibió mucho “maltrato” porque era “nueva”.
Asimismo, explicó que le pagaban 52 mil pesos, es decir 8 mil pesos mexicanos, al mes por 9 horas al día de lunes a sábado.
“Cuando reclamábamos, la encargada nos decía ‘si no les gusta ahí tienen la puerta, váyanse’. Mi familia me veía como llegaba triste del trabajo, llorando. La pase mal”, expresó.
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La joven indicó que estuvo 30 horas detenida por haber roto las botellas y aceptó su equivocación, pues “el enojo la cegó”. Sin embargo, subrayó que en el trabajo la explotaban pero tenía que aguantar porque necesita la planta. Por último, aseguró que tiene la seguridad de que encontrará un mejor empleo tras este incidente.
“En ese momento me cegó el enojo, la bronca, el tragarme los maltratos, los retos, el ninguneo, y hasta ‘manotazos’ o insultos por no perder el trabajo. Me arrepiento porque yo no quería que llegue a tanto, no quería que me haga tan mal”, lamentó.
*BC
