VIDEOS: "Reina de las abejas", la puedes conocer en La Condesa

María cuenta que una vez colocó su negocio con ruedas en una calle diferente, como para variar de ruta y clientes, pero de inmediato las abejas encontraron a su benefactora, pegándose a ella como si fuera su reina

Como un refugio apícola así luce un puesto común que vende pan y café en la colonia La Condesa, es atendido por quien es identificada ya como “la señora de las abejas” al tener entre sus productos cientos de estos insectos, ella es identificada como María Juárez, quien se ha ganado el respeto de no ser picada.

Se le puede ver casi todas las mañanas, desde las 06:30 horas,  frente a una tienda de conveniencia ubicada cerca del Parque España. Como sea, a nadie le costará trabajo encontrarla, «la señora de las abejas» es ya uno de los personajes más famosos de esta zona de la capital.

«La señora de las abejas» es respetada y nunca aguijoneada

Su triciclo llama la atención porque cientos de abejas de la especie europea vuelan a su alrededor, se paran en el pan, beben de las gotitas de agua que quedan en los vasos térmicos donde se sirve el café, pero sobre todo se amontonan en el bote del azúcar.

María mete la mano todo el tiempo en ese recipiente, para, con ayuda de una cuchara, tomar la sacarosa con la que endulzará las bebidas. Sin embargo ninguno de esos pequeños animales voladores la pica, aunque algunos clientes no han corrido con la misma suerte, pues de vez en cuando uno que otro sale aguijoneado.

Como si fuera su reina «la señora de las abejas» es seguida y respetada

Pese a ello, los consumidores regresan, sin resentimiento alguno, al siguiente día, porque saben que a estos insectos se les debe proteger.

María cuenta que una vez colocó su negocio con ruedas en una calle diferente, como para variar de ruta y clientes, pero de inmediato las abejas encontraron a su benefactora, pegándose a ella como si fuera su reina.

Una aportación para cuidar de estos insectos

Su deseo desde hace 10 años, explica, ha sido cuidar de ellas. Es su aportación para que estos insectos sigan contribuyendo al bienestar de la tierra y la supervivencia del mundo.

Y aunque la realidad es que la abeja europea, como las que cuida María en su negocio, no están en peligro de extinción a nivel mundial, según se aceptó en el Foro Consultivo, Científico y Tecnológico (FCCyT), hay que aceptar que cada vez son menos los lugares de la capital en donde estos insectos pueden alimentarse dado el avance de las construcciones contra las áreas verdes.

Así que cuando pueda vaya a tomarse un café con pan dulce al negocio de María Juárez en la Condesa, en parte contribuirá a que estas abejitas sigan contando con su oasis en medio de la ciudad llena de más concreto que de áreas verdes.