Luego de que, miles de reclusos se fugaron en cárcel de Haití, cuando un grupo de armado irrumpió las instalaciones penitenciarias durante la noche, se reportaron cinco personas muertas el domingo.
Dicha fuga se registra justo en la ola de violencia que vive Haití, donde pandillas están tomando el control sobre la capital al tiempo que el asediado primer ministro Ariel Henry está en el extranjero buscando apoyo para una fuerza de seguridad respaldada por Naciones Unidas.
El pasado domingo por la mañana, en el suelo se apreciaban los cadáveres baleados de tres personas, cerca de la entrada de la prisión, la cual estaba abierta de par en par, sin guardias. En los patios de la prisión, había sandalias de plástico, ropa y ventiladores eléctricos, mientras que, en otro vecindario, los cuerpos ensangrentados de hombres, con las manos atadas a su espalda, boca abajo, mientras que, los residentes pasan frente a puestos de control de vial con neumáticos en llamas.
Aunado a lo anterior, los agentes dentro del único vehículo de la policía afuera de las instalaciones no dijeron nada al respecto.
Mientras que en X, un abogado de derechos humanos que dirige una organización sin fines de lucro que labora en las prisiones, Arnel Remy, indicó que, cerca de 100 de los casi 4 mil presos recluidos en las instalaciones permanecen tras las rejas.
Dentro de los que están, 18 exsoldados colombianos acusados de trabajar como mercenarios en el asesinato de presidente haitiano, Jovenel Moïse en julio de 2021. Pues, la noche del sábado, en medio de disturbios, varios de los colombianos compartieron un video implorando por sus vidas.
"Por favor, por favor ayúdenos... Están masacrando la gente indiscriminadamente dentro de la celda", reveló uno de los hombres, Francisco Uribe, en un video de 30 segundos.
Asimismo, Uribe indicó a The Associated Press: "No me volé porque soy inocente".
Sin información oficial, los familiares de los presos arribaron a la prisión para tratar de encontrar a sus seres queridos.
"No sé si mi hijo está vivo o no", dijo Alexandre Jean mientras revisaba las celdas. "No sé qué hacer".
Violencia generalizada; vecindarios con tiroteos
Tras el reporte de una fuga carcelaria en otra prisión de Puerto Príncipe, con unos mil 400 reos, pandillas armadas atacaron y vandalizaron el principal estadio de futbol del país, reteniendo a un empleado durante horas, informó la federación nacional de fútbol en un comunicado. En el país no había internet y la empresa de telefonía de país, Digicel, informó que un cable de fibra óptica fue cortado.
Te puede interesar: Migrantes protagonizan riña en albergue en la selva panameña del Darién
Cabe resaltar que, en menos de dos semanas, instituciones estatales fueron atacadas por pandillas, coordinándose entre sí y atacando lugares antes impensables como el Banco Central. Posteriormente, dispararon contra el aeropuerto internacional de Haití la semana pasada, la embajada de EU informó que temporalmente suspendía todos los viajes oficiales del país. Dejando cuatro policías asesinados el pasado jueves.
Aunado a lo anterior, el epicentro de la violencia del sábado en la noche fue el Penitenciario Nacional de Haití, donde detuvieron a varias cabecillas de pandillas, en medio de los tiroteos, la policía solicitó ayuda.
"Necesitan ayuda", indicó un sindicato que representa a la policía haitiana en un mensaje publicado en las redes sociales con un emoji "SOS" ocho veces. "Movilicemos al ejército y a la policía para evitar que los bandidos entren en la prisión".
Mientras que, la Policía Nacional de Haití cuenta con nueve mil agentes para resguardar a más de 11 millones de personas, según la ONU. Los agentes se ven abrumados y superados en armas por las pandillas, que se estiman controlan el 80 por ciento de Puerto Príncipe.
Cabe resaltar que, los enfrentamientos se dan tras una serie de protestas violentas gestadas desde hace tiempo, pero son más letales los últimos días, cuando Hanry, el primer ministro, viajó a Kenia para salvar una propuesta misión de seguridad en Haití, encabezada por ese país de África Oriental.
Henry asumió el cardo de primer ministro tras el asesinato de Moïse y ha propuesto planes para realizar elecciones parlamentarias y presidenciales, las cuales no se hacen desde casi una década.
Por su parte, Jimmy Chérizier, un agente de la policía de élite, conocido como Barbecue dirige una federación de pandillas, atribuyéndose el aumento de atas, con el objetivo de capturar al jefe de policía y a los ministros del gobierno de Haití e impedir el regreso de Henry.
Por último, el primer ministro, neurocirujano de profesión, rechaza los pedidos de renuncia y no comenta cuando se le pregunta si sentía que estaban las condiciones para volver a Haití.
Con información de Proceso
*ARD