Una mujer mexicana murió al intentar cruzar a EU saltando el muro fronterizo en Arizona. Griselda Verduzco Armenta, de 32 años, cayó desde lo alto de la valla y se enredó en un arnés que usaba para cruzar luego de haber escalado la pared con una escalera.
Los “coyotes” con los que iba la dejaron ahí y se asfixió quedando colgada boca abajo; el incidente ocurrió cerca de la ciudad de Douglas, Arizona.
“Según los informes, la mujer se subió a la parte superior del muro fronterizo internacional y cuando intentaba maniobrar hacia abajo en el lado estadounidense a través de un arnés similar al rapel, su pie/pierna se enredó y quedó atrapada boca abajo durante una cantidad significativa de tiempo”, dice el comunicado.
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“Trasladaron a la mujer de 32 años a un hospital local donde fue declarada fallecida. Al Consulado de México se le notificó el incidente y se hizo contacto con las autoridades mexicanas que proporcionaron detalles adicionales a la Oficina del alguacil”.
Un familiar de Griselda Verduzco, originaria de Ahome en Sinaloa, dijo que tenía dos hijas, una de alrededor de un año y la otra de nueve.
Una mujer, identificada como su prima, contó que Griselda había tratado de cruzar a EU antes, llamándolo su “sueño obstinado”, y agregó que quería brindar un futuro mejor para sus hijas.
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La prima de la mujer comentó: “Los coyotes trataron y trataron de bajarla, pero no pudieron”.
Añadió: “Y, bueno, la dejaron allí por su propia seguridad, también, creo, para que [los funcionarios fronterizos] no los arrestaran. Y la dejaron allí colgada, todavía estaba viva”.
No está claro cómo obtuvo la mujer los detalles de la muerte de su prima. La familia busca que el cónsul mexicano local, Ricardo Pineda Albarrán, los ayude para que lleven el cuerpo a su casa en México.
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Por su parte, Ricardo Pineda emitió un comunicado condenando a quienes prometen transportar personas a través de la frontera a cambio de dinero. "Engañaron a esta mujer y a su grupo de que era seguro”, comentó. “Imaginen lo angustiada que está esta familia. Condenamos esto”.
El alguacil Mark Dannels comentó: “Este tipo de incidentes no son políticos, son realidades humanitarias de que alguien ha perdido a un ser querido en una tragedia sin sentido”.
Continuó: “Tenemos que hacerlo mejor para encontrar soluciones a los desafíos que enfrenta nuestra frontera, y tenemos que hacerlo por las razones correctas. Independientemente de las opiniones, son los hechos los que deben dirigir nuestro progreso y seguiremos trabajando hacia un objetivo compartido de seguridad fronteriza”.