El reto mortal Conazempan que pone en riesgo la salud de los menores
El Clonazepam se emplea en un sinnúmero de tratamientos psiquiátricos y neurológicos: es coadyuvante para atender algunos tipos de convulsiones, ataques de pánico, trastornos de estrés postraumáticos y en distintos tratamientos para la psicosis.
Como podrá entenderse, este medicamento no es un juguete. Ayuda a un sinnúmero de personas en sus afecciones, pero debe manejarse con cuidado, de ahí que no se venda en todas las farmacias y se requiera una receta médica, además de tener otros candados de seguridad.
Pues, en 2022 la Policía Cibernética de la Ciudad de México activó las alarmas cuando señaló que ya había sumado más de 500 incidentes, todos en menores de edad que habían participado en un reto publicado en TikTok, esa misma red social que ahora mismo está considerada como una amenaza para la seguridad nacional de los Estados Unidos.
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El reto no podría ser más absurdo: ingerir un comprimido de Clonazepam y resistir sus efectos, tratando de no dormir el mayor tiempo posible. En este sentido, hay que entender que este medicamento también funciona como un inductor del sueño, en personas que tienen un trastorno transitorio de insomnio.
Una dosis de Clonazepam es suficiente para dormir a un adulto. La diferencia de peso y talla entre una persona adulta y un menor de edad es más que suficiente para entender el impacto que producirá en este último, consumiendo un comprimido de dicho medicamento.
Tan solo unas semanas después de la alarma capitalina, seis entidades federativas reportaron eventos idénticos, todos protagonizados por menores de edad que sin la menor supervisión familiar, no sólo vieron el reto en la red social de referencia, sino que tuvieron acceso a un medicamento controlado, consumido por algún adulto en casa.
Por supuesto, también hay que considerar a vendedores de este tipo de medicamentos controlados que pueden ofrecerlos a los menores de edad, vía otros estudiantes claramente enganchados, cerca de las escuelas.
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Ha habido semanas en que solamente en la Ciudad de México, diez estudiantes de secundaria han terminado hospitalizados por seguir esas ocurrencias.
En el menor de los casos, los menores han resentido la somnolencia, el mareo y la pérdida de equilibrio, por la combinación del poder del medicamento con la privación de sueño. En otros, llegó la reducción en la capacidad respiratoria y algunas ocasiones, entrar en coma.
Sabiamente, la autoridad federal reguladora de medicamentos, Cofepris, ha emitido mensajes al estilo siguiente: “Se exhorta a padres y madres de familia, tutores, personas cuidadoras y docentes a orientar sobre los graves riesgos a la salud por el uso y consumo de sustancias controladas. Igualmente, invita a niñas, niños y adolescentes a evitar difundir y participar en retos que pongan en riesgo su vida”.
La agencia reguladora exhortó a la población a denunciar en el número 800 033 5050 los puntos de venta donde se comercialice Clonazepam sin receta.
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Empero, los cinco estudiantes de la primaria federal Benemérito de Las Américas ubicada en la colonia Álamos Vista Hermosa en la ciudad de Puebla que resultaron intoxicados, han confirmado una vez más que el problema no sólo es en estudiantes de secundaria.
Así, queda claro que el medicamento no es el problema sino la falta de supervisión familiar, incluyendo la obviedad de que esta clase de productos no deben estar al alcance de un menor, sino debidamente almacenados.
Ahí quedan las recomendaciones de Cofepris y por lo menos media docena de corporaciones policiacas estatales, vía sus respectivas áreas de cibernética:
- Configurar sistemas de control parental
- Descargar y actualizar antivirus en todos los dispositivos electrónicos
- Establecer reglas del tiempo de uso de los dispositivos electrónicos
Cuando se mezcla el descuido con la oportunidad, nacen catástrofes que pudieron haberse evitado. Ahora, es el Clonazepam. Mañana, seguramente otro medicamento ocupará su lugar en el catálogo de emergencias que pueden prevenirse pero que surgieron por creer que la internet y el teléfono celular son niñeras infalibles.
*BC